Evolucionar como tirador no es sencillo; quemar cajas enteras de munición en el campo de tiro no es la solución, mucho menos teniendo en cuenta la total ignorancia que existe respecto a la forma de entrenar. Aunque no se puede generalizar, ya que cada tirador debería ser estudiado individualmente para valorar en lo que está errando, podemos establecer una correlación de factores que influyen directamente, los cuales se pueden organizar de manera que el tirador sepa en qué nivel se encuentra y qué elementos debe mejorar. Para ello hablaremos de La Pirámide de ISOS, una figura dividida en varios sectores que nos mostrarán los aspectos más importantes de un entrenamiento de calidad.

La pirámide de ISOS es una representación de la progresión de un tirador a través de su entrenamiento a lo largo de su carrera deportiva, desde sus comienzos hasta su consolidación. Esta figura es un símbolo que nos permitirá materializar la teoría del entrenamiento y su valorar su importancia, de manera ponderada y cronológica. Con este artículo se pretende realizar un análisis cualitativo del entrenamiento teniendo en cuenta los principales aspectos que intervienen en él. En realidad se quiere mostrar de forma clara y explícita cual debe ser el orden que debemos de seguir para evolucionar como tiradores no siendo otro el objetivo que el de encontrar la eficiencia de nuestro entrenamiento para lograr unos mejores resultados en competición.

Un tirador de élite se diferencia del resto principalmente en su preparación técnica. La excelencia en el tiro práctico se logra a través de la precisión, rapidez y coordinación del tiro y de movimientos. Estos tres elementos son de vital importancia y son los que finalmente consolidarán nuestra posición como tiradores. En este artículo solo nos vamos a centrar en los aspectos técnicos del entrenamiento sin entrar a hablar de la psicología en competición, un tema delicado del cual podríamos hablar largo y tendido en otra ocasión. Por el momento, y como parte indispensable en la evolución de un tirador, nos centraremos en la parte técnica pudiendo dividir nuestra pirámide de entrenamiento en varios sectores: cimientos, base, primer nivel, segundo nivel y cima.