Saber diferenciar estos dos conceptos es clave a la hora de competir en cualquier deporte. Vamos a definir cada uno de ellos por separado y seguidamente los expondremos dándole el enfoque adecuado al tema que nos ocupa, lo cual nos ayudará a sacar algunas conclusiones.

  • Actitud: Es la manera de actuar, la predisposición a hacer algo, nuestro comportamiento.
  • Aptitud: Es la capacidad que tiene una persona para desarrollar una actividad adecuadamente.

No podemos confundir estos dos términos ya que, en esencia, son completamente diferentes. No es lo mismo obrar con actitud, que obrar con aptitud, podemos tener muy buena voluntad pero sin embargo no poseer las cualidades necesarias para poder hacerlo. Aunque diferentes, actitud y aptitud son conceptos estrechamente relacionados, repercutiendo indistintamente uno sobre el otro, hecho por el cual han de convivir de forma mutua. La principal diferencia entre ellos es que la aptitud se adquiere y la actitud se tiene.

A menudo,  cuando nos embarcamos en una nueva actividad, como es en este caso la afición por los recorridos de tiro, lo solemos hacer con ilusión, con ganas, nos sentimos motivados y ello se ve reflejado  en nuestra actitud, la cual se verá reforzada conforme vayamos realizando progresos. Esto es debido a que la actitud se retroalimenta positivamente siempre y cuando exista avance y por el contrario va mermando al no hacerlo.

En nuestros primeros pasos, realizamos un curso de iniciación/habilitación para conocer la modalidad y sus reglas, realizamos ejercicios básicos de seguridad, etc. fundamentalmente este proceso se desarrolla según lo esperado y de una manera relativamente fácil hasta que llega el día de estrenarse en competición, es ahí donde comenzamos a ver nuestras carencias, pensamos lo fácil que parecía verlo en video y lo diferente que se presenta ahora. Los síntomas que aparecen son nervios, acaloramiento, agitación, incertidumbre, entre otros. El hecho de no poseer de las habilidades necesarias para lograr el buen desempeño  hace que nuestra confianza decaiga hasta límites impensables  e incluso podamos llegar a quedarnos en blanco en el ejercicio, se nos nos olvide a que había que disparar o cual era el camino a seguir así que como único reto en este nuestro primer campeonato es intentar que no nos descalifiquen. Un pensamiento consciente que es, aunque pueda parecer exagerado, el más adecuado en una situación de este tipo.

Conforme vamos entrenando, mejoramos nuestras habilidades y somos capaces de realizar los ejercicios de manera correcta combinando diferentes aspectos técnicos de forma instintiva debido a que nuestro subconsciente es capaz de trabajar de forma autónoma. ¿Cómo se consigue esto? A través de la realización de los gestos técnicos de forma repetida, de esta manera interiorizamos las técnicas y podemos realizar con mayor naturalidad y destreza aquello que en un principio nos resultaba complicado de llevar a cabo. A través de este proceso nacen nuestras aptitudes, que se irán desarrollando conforme va progresando nuestro entrenamiento.

La actitud es muy importante, pero para que concurra debemos de encontrar cuáles son nuestras aspiraciones, debiendo conocer el motivo por el cual practicamos este deporte, si lo hacemos por satisfacción personal, diversión o tenemos algún objetivo en concreto. Es obvio que el motivo influenciará en nuestra actitud y ello condicionará nuestra aptitud.

Para alguien que compita, la actitud es el motor que hace que mantengamos la motivación para entrenar y seguir mejorando, aunque bien es cierto que muchas veces la actitud no es del todo suficiente. ¿Qué ocurre cuando no logramos que mejore nuestro rendimiento? Nuestra aptitud se estanca, consecuentemente perdemos motivación y nuestra actitud para entrenar, es una cadena. Pues bien, la clave es mejorar nuestras aptitudes a través del continuo aprendizaje,  por lo que a veces es necesario ver nuestras carencias y mejorarlas, modificar nuestras rutinas o encontrar sistemas de entrenamiento más eficientes. Todo ello ayuda a encontrar el equilibrio que hace que nuestra cadena siga girando y haciéndose cada vez más grande hasta encontrar la excelencia como tiradores.